Temporada 20/21: la razón de ser
A menudo el acto creativo se convierte en un camino terapéutico y rehabilitador para canalizar las obsesiones de los artistas. En la búsqueda de un equilibrio personal o en la sublimación de determinados traumas o instintos vitales, el arte, en cualquiera de sus manifestaciones, goza de un papel determinante.
El artista, a través de un exorcismo, se convierte en un demiurgo que interpela a la sociedad con una obra que es reparadora para sí mismo y curativa para la comunidad.
Partiendo de este concepto, el Liceu invita a su público a un viaje que revela sin pudor el mapa íntimo de este proceso mental que pivota entre las cicatrices de la vida, las maquinaciones impulsivas y la exaltación de las emociones más recónditas.
En definitiva, autorreferencial, arqueología de la redención, narrativa de la reparación y cartografía de la obsesión.