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El Liceu estrena mundialmente la nueva producción de 'Lohengrin' firmada por Katharina Wagner

Barcelona, 13 de marzo de 2025

El Liceu estrena mundialmente la nueva producción de Lohengrin firmada por Katharina Wagner. El reparto cuenta con algunas de las voces wagnerianas más prestigiosas de los últimos años, como el tenor Klaus Florian Vogt y las sopranos Elisabeth Teige, Iréne Theorin y Miina-Liisa Värelä.

El Gran Teatre del Liceu presenta, del 17 al 30 de marzo, el estreno mundial de la nueva producción de la ópera Lohengrin de Richard Wagner, dirigida por la directora del Festival de Bayreuth y su bisnieta, Katharina Wagner.

El director musical Josep Pons dirigirá a la Orquesta Sinfónica y el Coro del Liceu, así como a un elenco con algunas de las mejores voces wagnerianas del momento, encabezadas por el tenor alemán Klaus Florian Vogt como Lohengrin y la soprano alemana Iréne Theorin como Ortrud, excepto el día del estreno, en el que el papel será interpretado por la soprano Miina-Liisa Värelä. La soprano Elisabeth Teige dará vida a Elsa von Brabant, mientras que el bajo Günther Groissböck encarnará a Heinrich, y los barítonos Olafur Sigurdarson y Roman Trekel interpretarán a Friedrich de Telramund y al heraldo del Rey, respectivamente.

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Rueda de prensa de 'Lohengrin'. (© GTL)

Una espectacular escenografía boscosa con un estanque nos transporta al frío y gélido ambiente del ducado de Brabante, el escenario donde transcurre esta ópera romántica. Katharina Wagner sitúa este Lohengrin en un entorno natural y público, alejado de una sociedad civilizada y ordenada, despojándolo de cualquier componente sobrenatural y huyendo de la idea del cuento de hadas. Este paisaje natural se complementa con los tres grandes cubos suspendidos que aparecen en el tercer acto, simbolizando los tres mundos de Lohengrin, Elsa y Ortrud, condenados a no entenderse.

Inicialmente, esta producción estaba prevista para la temporada 2019-2020 del Liceu, llegando a celebrarse los primeros ensayos con vistas a su estreno en marzo de 2020. Sin embargo, tras el decreto de confinamiento de aquel año, todas las funciones tuvieron que ser canceladas. En 2022 se programó en la Ópera de Leipzig, pero también fue pospuesta por problemas logísticos. Finalmente, cinco años después, podrá verse en Barcelona. Una producción que no solo cuenta con el innegable sello familiar y la audacia característica del Festival de Bayreuth, sino también con una mirada hacia la esencia filosófica más profunda de la ópera.

Argumento

La ópera Lohengrin, obra maestra de Richard Wagner, transporta al público a un cuento de fantasía que termina en tragedia. La historia está ambientada en el siglo X, en un momento en el que las fronteras del Sacro Imperio Romano Germánico estaban amenazadas por los invasores húngaros. A orillas del río Escalda, en lo que hoy es Amberes, las tropas del rey Heinrich se reúnen, pero hay un vacío de poder en Brabante, uno de los ducados más importantes. El heredero, Gottfried, ha desaparecido, y el noble Friedrich von Telramund acusa a su hermana mayor, Elsa, de haberlo asesinado. Se trata de una acusación falsa, ya que Telramund ansía tomar el control del ducado, pero Elsa debe defender su inocencia. Cuando el rey decide que la disputa se resuelva en un duelo, Elsa invoca a un caballero que solo ha visto en sueños: Lohengrin. 

De repente, a través del río, aparece una barca tirada por un cisne en la que llega un hombre envuelto en luz. El guerrero acepta defender a Elsa con una condición: que nunca le pregunte ni su nombre ni su origen. Tras vencer a Telramund, Elsa es nombrada duquesa de Brabante y se casa con el caballero de nombre desconocido.

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Rueda de prensa de 'Lohengrin'. (© GTL)

Para recuperar el poder, Ortrud, una bruja malvada y esposa de Telramund, intentará convencer a Elsa de que haga a su amante la pregunta prohibida. Tras muchas intrigas, Elsa decidirá preguntar a su misterioso esposo por su nombre para poder amarlo plenamente. Al hacerlo, el hechizo se rompe: el caballero afirma ser Lohengrin, hijo de Parsifal, un caballero del Grial en una misión para defender a los desfavorecidos. Lohengrin regresa a su lugar de origen, dejando a Elsa sola y revelando la intriga de Ortrud, quien con su magia negra había hecho desaparecer al niño Gottfried.

Al final, Ortrud y Elsa mueren, desvelando que en un mundo perfecto no hay espacio para la maldad ni la duda.

Sobre la producción

Originalmente planteada para el año 2020 y pospuesta por la pandemia, el estreno mundial de esta producción llega finalmente a Barcelona con puro ADN Wagner. Katharina Wagner presenta en esta producción un mundo decadente en el que el amor ha desaparecido, reflejado en la presencia constante de la muerte en el escenario. La obra no se presenta como una fábula medieval o un alegato nacionalista, sino como un drama psicológico en el que la duda o la ambición corrompen a los personajes.

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Rueda de prensa de 'Lohengrin'. (© GTL)

Como en casi todas las óperas de Wagner, el amor es uno de los temas centrales de la obra. Sin embargo, en Wagner, el amor no se entiende en términos de romance y emoción sentimental propia del melodrama, sino desde la intensidad de la filosofía de su tiempo: un concepto que va más allá de lo humano y que rige las fuerzas de la naturaleza. Así, el amor es la fuerza que gobierna el mundo en Lohengrin: cuando el amor existe, la vida prospera; cuando el amor se convierte en un concepto dudoso, llegan la decadencia y el olvido.

La producción que estrena el Liceu parte de esta idea. Katharina Wagner describe un mundo frío, casi inerte, que parece resurgir con la llegada del caballero Lohengrin, el misterioso portador de todas las fuerzas del bien. Lohengrin ofrece prosperidad a Elsa y al pueblo de Brabante a cambio de un precio aparentemente simbólico, pero en realidad muy alto: que no le pregunten su nombre ni su origen.

Por ello, el concepto escénico de Katharina Wagner se basa en la representación de un mundo que oscila entre la decadencia y la prosperidad, dependiendo de la fe de los personajes en el amor. La directora nos muestra el ducado de Brabante como un lugar decadente: es invierno, la tierra está seca, los árboles han perdido sus hojas y, en el fondo del escenario, solo hay símbolos de la muerte, como un cadalso o un cementerio. Solo cuando Lohengrin tiene autoridad en este oscuro lugar aparece la luz; al final, tras el error de Elsa y la partida del caballero, la dureza del entorno se intensifica.

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Rueda de prensa de 'Lohengrin'. (© GTL)

Además de este fondo decrépito, Katharina Wagner utiliza otro recurso que ayuda a acentuar la compleja psicología del drama: la colocación de tres espacios elevados en los que se sitúan los cuatro personajes principales de la ópera –Elsa, Lohengrin y el matrimonio formado por Telramund y Ortrud–, y que sirven para iluminar sus emociones. Las escenas grupales, en las que el coro tiene una participación importante, se desarrollan al pie del escenario; los diálogos y las reflexiones individuales se trasladan a las tarimas superiores. Así, Katharina Wagner pretende dar mayor importancia a los enfoques psicológicos o alegóricos de la ópera, dejando en un segundo plano los aspectos históricos y políticos, como la difusión del pasado místico medieval o la construcción nacional alemana del siglo XIX.

Voces wagnerianas de primer nivel para una ópera lírica y arriesgada

Lohengrin, estrenada en 1850, se considera la ópera más lírica de Wagner, la que cierra su período romántico. Pero, al mismo tiempo, también es la obra con la que comenzó a fundamentar el drama musical que desarrollaría en las décadas siguientes, con la utilización constante de leitmotiv y la búsqueda de una melodía infinita. Ambientada en tiempos medievales, Lohengrin es una mezcla de ópera histórica y cuento de hadas con una faceta oscura y un episodio de magia sobrenatural. El tema es el amor condenado al fracaso, con un desenlace fatal debido a una pregunta inoportuna.

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Rueda de prensa de 'Lohengrin'. (© GTL)

Desde que asumió la dirección musical de la Orquesta del Gran Teatre del Liceu en la temporada 2012-2013, Josep Pons ha hecho de la música de Wagner todo un ideal de perfección, una prueba de fuego para cualquier orquesta que quiera demostrar un nivel óptimo. Así, cuando en el Liceu se ha realizado alguna estreno wagneriano, Pons ha decidido subir al podio. Y este Lohengrin llega en un momento de máxima precisión al final del camino para el maestro. No solo la orquesta, también el coro, dirigido por Pablo Assante, tiene un papel muy destacado en esta pieza y, tras una altísima presencia en el Requiem de Castellucci, se mantiene en la excelencia.

El papel principal será para el veterano tenor alemán Klaus Florian Vogt, un cantante sublime con un timbre bello ideal para Lohengrin, que cuenta con varios pasajes líricos de una gran sensibilidad. En el papel de Elsa von Brabant estará la soprano noruega Elisabeth Teige, una de las grandes especialistas de los últimos años, y el otro papel femenino central, Ortrud, será para una soprano adorada en el Liceu, la sueca Iréne Theorin, que vuelve al Teatro después de varias temporadas sin cantar ópera escenificada, y para Miina-Liisa Värelä, que interpretará Ortrud en el estreno.

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Rueda de prensa de 'Lohengrin'. (© GTL)

Los papeles para voz grave del rey Heinrich y el caballero Friedrich von Telramund serán, respectivamente, para el bajo austriaco Günther Groissböck y el barítono islandés Ólafur Sigurdarson, dos carismáticas nuevas estrellas wagnerianas. En el papel del Heraldo estará el barítono alemán Roman Trekel y, además, los papeles menores de los Caballeros y las Jóvenes nobles serán interpretados por nuevas voces locales: Jorge Rodríguez Norton, Gerardo López, Guillem Batllori, Toni Marsol (Caballeros), y Carmen Jiménez, Raquel Lucena, Mariel Fontes, Gloria López, Elisabeth Gillming, Mariel Aguilar, Elizabeth Maldonado y Yuliia Safonova (Jóvenes nobles).

Josep Pons, la Orquesta Sinfónica y el Coro del Liceu se enfrentan a lo que se considera la ópera más italiana de Wagner, con un inicio instrumental sobrecogedor y momentos musicales brillantes como el de Elsa en el primer acto con Einsam in trüben Tagen, o el aria de Ortrud en el segundo acto, Züruck, Elsa! Nicht länger will ich dulden, y finalmente el momento vocal más bello y exigente de la obra, la despedida de Lohengrin con In fernem Land, unnahbar euren Schritten.