Estrenada en París en 1875, Carmen fue recibida con frialdad. Un año después era un éxito incontenible, gracias a la potencia de su drama y a la variedad de su partitura.
Acto I. Carmen, coro
«L’amour est un oiseau rebelle»
Carmen hace su entrada en escena con una canción, la célebre Habanera, en la que advierte a los hombres del peligro al que se exponen si ella se enamora de alguno de ellos, y proclama su libertad absoluta, un mensaje emancipador que perfila a la perfección la modernidad del personaje. Bizet utilizó para esta pieza una música preexistente, creada por el compositor vasco Sebastián Iradier, antiguo compositor de zarzuelas conocido en la Francia del siglo XIX por sus melodías de aire folklórico, pero eso no le quita ningún mérito a una de las arias más famosas de la ópera universal.
Acto II. Escamillo, coro
«Toreador, en garde!»
Mientras Carmen espera en la taberna de Lillas Pastia el regreso de Don José, que acaba de salir de la cárcel, aparece Escamillo, un torero de éxito que acaba de triunfar en Córdoba y que será su futuro amante. Escamillo no aparece en la novela de Mérimée, es una genial invención de la ópera que cuenta, además, con una de las arias más vigorosas y conocidas de la historia, armada sobre un estribillo memorable, una base armónica en la que se mezclan aires tradicionales y una marcha militar, y una perfecta definición del personaje, que representa el triunfo heroico de la virilidad.
Acto II. Don José
«La fleur que tu m’avais jétée»
Carmen está a punto de rechazar a Don José al dudar de la lealtad de su amor. Entonces, éste le muestra la flor que ella le había ofrecido en el primer acto: la ha conservado durante los dos meses que ha pasado en la cárcel por ayudarla a escapar. En esta aria, de estilo claramente francés, extremadamente lírica y delicada, el joven soldado muestra todas sus debilidades a Carmen: su amor es tan sincero como patético, y el tenor debe expresar una variada mezcla de sentimientos que culmina con una frase final de extrema dificultad, un agudo alto que hay que cantar en pianissimo.