Raquel García-Tomás será la primera compositora en estrenar una ópera en el Liceu en el siglo XXI, y la segunda, tras Matilde Salvador, en los 175 años de historia del Teatro.
Al ser una ópera de nueva creación, Raquel García-Tomás ha compuesto Alexina B. teniendo a varias voces específicas en mente: los dos papeles principales, por ejemplo, están escritos de manera específica para la mezzosoprano Lidia Vinyes-Curtis, que tendrá el papel protagonista de Alexina, y para la soprano Alicia Amo, que encarnará el rol de su amiga y amante Sara. La historia de Alexina B. cuenta con muchos personajes, algunos importantes para el desarrollo de la trama, otros de entidad menor, y las tres voces que completan el quinteto de intérpretes del estreno se repartirán varios roles. La soprano Elena Copons se encargará de varias figuras centrales en la vida de la protagonista, como su madre, la directora de la escuela, Madame P., y la madre superiora del internado en el que se educa Alexina, Sor Marie des Anges, además de encarnar al policía que descubrirá el cadáver de Abel Barbin. Por su parte, el contratenor Xavier Sabata desarrollará una serie de personajes que, en conjunto, simbolizan el poder institucional y el patriarcado, como el doctor Goujon, quien levantará su cadáver, los médicos que examinarán a Alexina, Monseñor, que acepta su confesión, y el juez, que dictamina que su cambio de sexo en el registro civil es posible. Finalmente, la mezzo Mar Esteve será quien encarne a Alexina joven, a su amiga Léa, a una pupila del convento en el que se educa Alexina y a una alumna del internado donde impartirá clases. En esta ópera habrá una sexta voz central: el coro infantil, que dará vida al conjunto de pupilas y alumnas que forman parte de la educación y la vida laboral de la protagonista, y del que se encargará el Cor Vivaldi - Petits Cantors de Catalunya. El libreto es en francés, y las partes vocales siguen el texto original.
La dirección musical del estreno correrá a cargo del maestro Ernest Martínez Izquierdo, que trabajará con la Orquesta Sinfónica del Gran Teatre del Liceu en versión sinfonietta, ya que Raquel García-Tomás ha escrito una partitura pensada para un conjunto reducido de instrumentos, formado por viento, arpa, piano, sección de cuerda y electrónica pregrabada. En total serán tres fechas únicas —cuatro si contamos una función LiceuUnder35 que tendrá lugar el 20 de marzo— que harán posible uno de esos milagros que busca todo teatro de ópera: estrenar un título nuevo, creado con pasión y plenamente representativo de la música y las inquietudes del tiempo presente. Una obra que, por diferentes circunstancias felices, ya ha escrito (y escribirá) parte de la gran historia del Liceu.