En escena

Un coro en plenitud y grandes estrellas del lied en escena

En su forma final sobre el escenario, esta producción del War Requiem es tan compleja y colectiva como la parte exclusivamente musical: además de los aspectos relacionados con el vídeo y la iluminación, también es importante la labor coreográfica de Ann Yee, figura encargada de darle movimiento y sentido a la presencia simultánea y caótica de tres coros –masculino, femenino y de voces blancas–, que son los bloques humanos que, en realidad, cargan con el verdadero peso de la obra. En estas funciones contaremos con el Cor del Gran Teatre del Liceu –dirigido por Conxita Garcia– y con el coro infantil VEUS de Granollers, que se complementarán con la Orquestra Simfònica del Teatre al completo, dirigida por Josep Pons.

En todo caso, los momentos más líricos y delicados del War Requiem recaen en tres voces solistas, y por eso es importante que, además de una orquesta bien articulada y unos coros experimentados, las funciones cuenten con una soprano, un tenor y un barítono de alto nivel. La soprano será Tatiana Pavlovskaya, una de las grandes spintos de las últimas décadas, una cantante veterana –formada en el Teatro Mariinsky de San Petersburgo como parte de la asombrosa cantera descubierta por el maestro Gergiev– que alterna papeles de fuerza del repertorio ruso o wagneriano con las grandes heroínas mozartianas, y ese equilibrio entre lirismo y contundencia hace de ella una intérprete ideal para esta parte del réquiem.

El tenor será el veterano Mark Padmore, una de las grandes voces inglesas –especializado en lieder, en partes solistas de oratorios y, más en particular, la obra de Benjamin Britten–, mientras que el papel del barítono lo defenderá Matthias Goerne, un cantante con un perfil muy parecido, con mucha experiencia en el lied alemán –fue alumno de Dietrich Fischer-Dieskau, que cantó en el estreno del War Requiem– y en papeles de gran intensidad del repertorio wagneriano y del siglo XX. Un elenco, en definitiva, perfecto para defender todas y cada una de las delicadas partes de un conjunto tan frágil como majestuoso.